Iglesia de Parcent
Un legado histórico y arquitectónico
La iglesia de la Puríssima Concepció, ubicada en el corazón de Parcent, es un testimonio vivo de la rica historia y el patrimonio cultural de esta localidad de la Comunidad Valenciana. Este templo, que hoy se alza majestuoso en la plaza principal, es el segundo construido en el mismo lugar, tras haberse levantado sobre los restos de una antigua mezquita. Su posición en la cúspide de la alcudia donde se asienta el pueblo le confiere un carácter emblemático, dominando el paisaje con su imponente presencia.
Orígenes y reconstrucciones
La historia de esta iglesia está marcada por momentos clave que han definido su estructura actual. Durante las revueltas moriscas de 1609, el primitivo templo fue parcialmente destruido, junto con el primer archivo parroquial. No fue hasta 1630 cuando se decidió derribar definitivamente las ruinas y comenzar la construcción de un nuevo templo. Bajo la dirección del padre Pere Torrà, la iglesia fue bendecida e inaugurada en 1638. En sus inicios, el edificio era de dimensiones modestas, contando únicamente con un altar mayor y dos laterales.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la iglesia experimentó varias ampliaciones. En 1734, un siglo después de su construcción, se llevó a cabo una importante reforma para ampliar su capacidad. Posteriormente, en 1858, se construyó el presbiterio, y en 1929 se finalizó el campanario, que fue restaurado en 1949. Estas intervenciones reflejan la evolución de las necesidades de la comunidad parroquial y el deseo de preservar y embellecer el templo.
Transformaciones en el siglo XX
Uno de los hitos más significativos en la historia reciente de la iglesia fue la llegada del ecónomo Luis Gil Salelles en 1953. Bajo su dirección, se emprendieron numerosas reformas que transformaron por completo el interior del templo. Se renovaron el presbiterio, el altar mayor, la sacristía, el coro, la capilla de la comunión y la bóveda del campanario, además de la mayoría de los altares. Gracias a su labor, el aspecto que hoy presenta la iglesia es, en gran medida, obra suya.
Además de las reformas interiores, Gil Salelles también impulsó la construcción de la casa abadía (1956-57) y el hogar parroquial, consolidando así el conjunto arquitectónico que hoy conocemos.
Arquitectura y detalles artísticos
La iglesia de la Puríssima Concepció es un edificio de planta rectangular, con una sola nave y capillas laterales situadas entre contrafuertes. La nave está cubierta por una bóveda de cañón sostenida por arcos ornamentados, que le confieren un aspecto solemne y elegante. En el exterior, destaca el campanario, de planta cuadrada y rematado con un cuerpo ligero de tres alturas, decorado con motivos neogóticos.
La fachada principal, de líneas sencillas, alberga una portada adintelada enmarcada por dos pilastras de piedra de Jávea, únicos vestigios del siglo XVIII. La iluminación del interior se logra a través de pequeñas aperturas distribuidas a lo largo de la nave central, creando un ambiente sereno y recogido.
Las campanas: un patrimonio sonoro
Uno de los elementos más destacados de la iglesia es su campanario, que alberga tres campanas inscritas en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano. Cada una de ellas tiene su propia historia y valor artístico:
- La campana de Sant Llorenç: De bronce, está decorada con una cruz, la imagen de la Virgen del Pilar, la marca del fundidor y una inscripción, rematada con espumillones vegetales.
- La campana de la Puríssima Concepció: Con influencias modernistas, presenta decoración floral, rostros de ángeles, una cruz, la marca de la fundición, una inscripción y el anagrama de la Virgen.
- La campana de Hores: Considerada la de mayor valor patrimonial, esta campana de bronce carece de inscripción pero está ornamentada con una cruz y un escudo de cuatro barras, corona y ramos de laurel.
Un símbolo de fe y comunidad
La iglesia de la Puríssima Concepció no solo es un monumento arquitectónico, sino también un símbolo de la fe y la identidad de los habitantes de Parcent. Desde su construcción sobre los cimientos de una antigua mezquita hasta las reformas que la han transformado a lo largo de los siglos, este templo ha sido testigo de la historia de la localidad y de sus gentes.
Hoy, su campanario sigue marcando las horas y llamando a la oración, mientras que su interior acoge a los fieles en un espacio cargado de historia y espiritualidad. La iglesia de la Puríssima Concepció es, sin duda, un legado que merece ser preservado y valorado por las generaciones futuras.